martes, 8 de diciembre de 2009

That´s all folks!

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Desamor con sexo

Sometí tu cintura
a mi reinado oscuro.
La piel a tiras,
los senos sin cumbres.
Inextinguibles vacíos.

A las 7 de la mañana
las caricias son botellas de Bourbon
sin etiquetas.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La chica de los ojos hamburguesa

La chica con un mar en su sonrisa
tenía ojos color hamburguesa.

Hablaba tanto
que despistaba al silencio
porque sentía miedo a las oscuridades mudas.

Y llovía afuera.
Pero ella con sus manos color fucsia
sus brazos de neón
su boca de bosque afilado,
destronaba al mundo que no amaba las risas
los fuegos
los mares por descorchar,
a pesar de las tormentas
que un día amanecieron bajos sus labios.

La chica de los ojos hamburguesa tenía
el pulso y el alma
latiendo sin medida
sin pasados...
Nunca se quebraría.

Aquella noche o día o tarde...
me subí a la máquina del tiempo
con la chica del mar en su sonrisa.
Y volví a los años 20

Quizás no regresé.

Viva la vida!

Tenían ojos de salvaje inocencia. Una belleza extraña, insólita, imperecedera, en mitad de la oscuridad: juventud. Eran intocables, como sirenas sin mástiles, pero con sal impregnadas. Provocaban una desesperación aullada entre los pobres marineros contemplativos de sus nieblas. Vestían sin ropas helénicas pero el deseo siempre las envolvían.
La modernidad las arrullaba, bajo sus pintalabios russian red, sus tacones infinitos de baladas por descubrir, sus ojos coldplay preparados para amar o perder. No concederían amor tan fácilmente, antes morderían que plegarse a la mortalidad.

Estas diosas noctívagas esquivas como una brizna de lluvia en mitad del océano, no desvelaban sus sorpresas tan fácilmente, porque el día las volvería mortales, y el hechizo moriría.

En noches de vinos y rosa, como aquellas, nadie nunca pudo escribir los versos más tristes, sólo pedirles a la noche una porción inmortal de belleza infinita, inocente y de vida.

jueves, 8 de octubre de 2009

Decálogo mínimo del perdedor

Evita
siempre pisar
la gran alfombra roja.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

No alarms, no surprises

Vagaba en desgracia el payaso con una mueca sin comedias.

Aquella noche de intenso septiembre, el blancuzco maquillaje de la cara habría ido desapareciendo sin misterios bajo las sombras de sus ojos, entre notas fúnebres de un violín que martilleara su cabeza como un trémolo maldito.
Maldita sería la noche. Sin artificios, sin aplausos, sin risas que recordar. Había oído que si conseguía la risa de un niño, se convertiría en el payaso del mundo, ese hueco lugar agujereado donde se escapaban esquivas las sonrisas.

Hambre era lo que le obligaba. Como un autómata cada noche disfrazaba su tragedia, maquillaba su ancestral dolor, mudaba su piel tosca de espinas por alas suaves de mariposa y metamorfoseaba su coraza gris en corazón irisado. Pero cuando llegaba el final de la comedia el cómico regresaba a su cueva, ya en madrugada. Se encontraba consigo mismo, despojado, frente a un espejo invisible en su dormitorio, su cama se agigantaba y llegaba la mañana en desvelada tortura. Soñaba sin sueño, sin nariz cómica, como luz inquieta que maltrata la oscuridad de un laberinto.

Hasta que llegó la revelación; en una de sus fantasías nocturnas moriría triunfante en su última actuación. Por todo lo alto se marcharía sin que nadie se diera cuenta que se atravesaba el corazón irisado con el arco del violín y se desangraba por dentro, cayendo al suelo con su última risa pegada a su faz. Todos creerían que moría de mentira, que de nuevo el payaso lo había conseguido. Nadie comprendería jamás ya la verdadera tragedia del bufón. No quería redención, sólo cumplida vendetta.

El mundo era un mercado de valores en alza interesado por la necesidad de la mentira y que un bufón vendiera risas y no dejara nunca de mentir. A nadie le interesaba un payaso desangrado de dolor en sus noches de agonía, tan sólo que al día siguiente estuviera indemne para volver a impresionar al mundo con más estupideces.
Pero esa misma noche el comediante se vengaría del mundo.

Aquella noche de frío septembrino llegó y el payaso sin risas estaba acabado.
Ni alarmas ni sorpresas ya le quedaban: nadie apareció a la flamante última actuación de su carrera tragicómica. Y mientras se preguntaba si había ocurrido de verdad o si solo era una fantasía más de sus madrugadas, oyó un violín martilleando su cabeza, como un trémolo maldito.

Vagaría desgraciado para siempre el cómico sin muecas que lo salvara de su comedia, y mientras, no dejarían de sonar los aplausos de un público entregado y desquiciado por la risa más apagada del mundo.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El ombligo de tu vientre

Oriente
cabe en la occidental
cumbre de tu ombligo.
El sol sale desde una habitación pequeña,
tras tu espalda,
como un mar rojo sin nombre.

Vaivén de fuego y vientre.
Dánzame maldita
tu desconocida locura,
que aún quedan por amar
aves en tus manos,
sobre tu vertical insinuación.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Darse prisa, darse prisa... asesinemos al viejo cánon literario

Yo no busco un gran número de lectores, sino un cierto número de relectores.

Ética confesional del viajante

Caminante sí hay caminos.
Demasiados.

Huyo
porque tus maletas
se me hicieron
grandes y vacías.

martes, 1 de septiembre de 2009

1 de septiembre

No te echaré de menos en septiembre.

sábado, 11 de julio de 2009

Hacer cine callado: Kaurismäki



He descubierto al fin a Kaurismäki. O parte de él (la trilogía del perdedor o de los proletarios). Gracias a unos amigos atentos y a un cumpleaños que intentaba recuperar la infancia abandonada. El cine de Aki Kaurismäki no es de recuperación de lo perdido ni tan siquiera de redención pero sí existe la insatisfacción de algo que ya no está. Y que no va a volver.

El buen director finlandés hace un cine cercano a la mudez.
Sus personajes siempre van a decir lo mínimo exigido y muchas veces rozan la incomodidad. En sus caras y sus gestos está todo dicho.
Es un cine, en mi opinión, mal llamado social, aunque recoge los ambientes alienantes donde las máquinas han sustituido el corazón humano, que además en ciudades finlandesas como Helsinki es muy frío. Pero no existe el tópico de la frialdad puesto que éste se nos presenta como real. Tampoco sus personajes van a revolverse frente a su realidad laboral. No les interesa morder esa mano de arriba en una vida de eterna crisis. Aunque sí cometan de cuando en cuando transgresiones. Grandes y pequeñas.

Un inciso; el silencio, la parsimonia en el cine no ha tenido nunca, diría yo, gran reconocimiento a nivel de público (sobre todo), pero aquellos que lo critican no ven que es, a veces, un personaje más en la trama tan necesario y protagonista que sin él, perderíamos la esencia de la obra en sí. Y no podríamos descifrar todos los signos y símbolos de ella.

Las historias son siempre presentadas con distanciamiento, ambiente opresivo y ruidoso, ruinas en la ciudad-pesadilla que trasciende no sólo a lo físico sino que son también mentales. La fotografía está huera y desmembrada, hiere y no evita la desolación en ningún momento. La música (y a veces la literatura consumida) es la vía de escape al triste hastío. Blues, rock de los 50 y 60 ó música popular, son los resquisicios a otra puerta onírica que pueda ser abierta. La música siempre está ahí, aunque parezca invisible y no sentida por sus frígidos seres que la integran.

No es un cine para elitistas, estetas, barroquistas o intolerantes con el feísmo pretendidamente realista. Tampoco es recomendable ver este cine en época de crisis, o quizás sí: para ser conscientes del derrumbe, del abismo ético al que nos enfrentamos a diario y despertar.
Es un cine para los que se vean reflejados en la miseria y no se atemoricen de que les den la bofetada y les escupan a la cara.

El cine de Kaurismäki es una esponja vieja y usada. Te limpias con ella pero sus ásperos poros que son su visión cinematográfica del mundo, te hacen daño en la piel y tus sentidos. Dejan una huella indeleble y por consiguiente debe hacernos reaccionar.

Un cine para dejar de tragar el humo de tabaco que consumen obsesivamente sus extraños y castigados seres semimudos, para quitarse las legañas, las telarañas desnudas y reflexionar, volver sobre unos pasos e intentar seguir caminando, pese a ser un cine, a veces, pesimista, pero también a veces posibilista.

Cinefilia en todos los sentidos.

lunes, 6 de julio de 2009

Disquisiciones grises de un sparring en torno a un MP4




Y me sacude un derechazo en toda la cara, mientras oigo a Celine Dion cantando eso de All by myself. Regreso a la realidad, no tiré la toalla, me devuelve una sonrisa de campeonato Bohemian Rapsody. Pero finalmente me desplomo contra la lona mientras surgen acordes de derrota desde la garganta de Gilbert O'Sullivan y su Alone again, (naturally).
K.O en el primer asalto.

jueves, 18 de junio de 2009

Bipolar

En ese preciso momento, la cansada criatura somnolienta, intentaba escalar el polo sur de su nariz. Antes, ya había coronado el polo norte de su frente. Necesitaba como los planetas, alinear aquellos polos, tan gélidos y tan tórridos a una misma vez.

El pequeño ser en sombra intentaba sobrevivir a las noches como podía, y recorría incansablemente con su zurrón de alegrías, aquellas espesuras negras y hermosas como caballos, pues necesitaba llegar cuanto antes hasta la cima para poder beber del néctar de la Diosa, situado en su boca, justo después de su nariz. Coronarla era lo único que le mantenía despierto y vivo. Beber de ella, su salvación.

Cuando llegara al lado sur, imaginaba, tendría todo el néctar de su Diosa, quien al fín abriría sus ojos para jamás cerrarlos, sería consciente de todo el esfuerzo del pequeño ser soleado, todo lo que había cantado por ella, todos los sueños que le había regalado. Sabría la existencia de su bipolaridad.

Y despertarían los polos derretidos o congelados según fuera el viento cálido o frío. Un viento del norte, un viento del sur, como una canción azotada que jamás dejara de balancearse.


jueves, 4 de junio de 2009

A vosotros...


A todos vosotros, queridos anónimos que leéis mis entradas y no os atrevéis a dejar vuestros comentarios, deciros, que nada es tan serio y todo es intentar, al menos, reir un vez al día.

Gracias por vuestros ojos de madrugada somnolientos en este blog que cumple 5 años y añadir que el primero que deje un comentario en esta entrada entra (valga la fea redundancia) directamente en el sorteo de un viaje para dos personas a Kuala Lumpur, ese exótico lugar, donde su inextinguible cielo me vio nacer.


domingo, 24 de mayo de 2009

The Cinematic Orchestra: Ma Fleur o Amélie moribunda al ser consciente de su mortalidad

http://rapidshare.com/files/236854211/08__Ma_Fleur.mp3.html


Amélie Poulain se mira al espejo. Es difícil aceptarlo, pero envejece.

Toda ella se muda, se troncha como una vulgar rosa o una canción insólita que se pierde al llegar una nueva estación. Las últimas lluvias despedazan de realidad el juego que una vez inventó, y la crecida de un Sena despiadado arrastra su imaginación hacia un fondo desconocido... y llora.

Sus manos se han transformado ya en piedras. Su pelo es alga de los mares que acarició en los desdibujados corazones de los hombres y que finalmente abrazaron la vulgaridad, celebrando su fracaso. Es consciente de su mortalidad y... duda.

Sin embargo toda ella sigue siendo hermosa como una diosa melodía que sale de no se sabe donde. Y sigue respirando. Cree que debe todavía amar para poder salvarse.

Ya no mira ningún espejo Amélie.


*El descubrimiento de esta canción se la debo a mi buen amigo Jesús.

Para ser oída en tiempos donde la lluvia no hiera de nostalgias y sí de esperanzas que huelen a recuerdos.

Wall Street, 08:00 A.M

Abarato el precio de mi soledad.
Invierto en el viento,
última empresa libre
del fuego de los hombres.
Compro el infierno al diablo
y vendo mi alma a dios.
Estoy arruinado.

domingo, 17 de mayo de 2009

Cambiar de piel


Abrió de par en par las ventanas por donde se filtraba el aire oceánico. Quiso volar muy alto, pues nada con forma humana, animal o vegetal lo retenía allí, entre esas cuatro paredes que cada vez se estrechaban más. Plegó las alas, decepcionado, aterido por su cobardía y deseó una última oportunidad. Le ofreció una plegaria al sol. Su mirada se clavó hasta el infinito que se perdía más allá de su razón y dejó de sentir.
El aire oceánico ya le pertenecía.

viernes, 17 de abril de 2009

Viaje a ninguna parte


La mayoría de mis viajes los hice en soledad inerte, de tristes oleajes, anclados en territorio inhóspito, y fue a ojos cerrados tal travesía hecha. Pero varar constantemente ahogado bajo la orilla, encallado en la roca desnuda, tuvo su premio; al menos me ayudó finalmente a encontrar la jauja en las islas perdidas... y estaba en mí.
Tantos años desperdiciados...

domingo, 12 de abril de 2009

Cuando Transexual adorador de Satán encontró a Macumba sexual

Fue una noche. Pero pudo ser una tarde de merendola de la muerte. El lugar daba igual: los bancos de la estación de Santa Justa, o en sus parkings donde Ricardo Bolzico era el agente doble descubierto por una perspicaz señora, o incluso en aquellos banquitos eternos del cigarrito (siempre penúltimo) de la victoria.

Y una charla siempre interesante, enriquecedora, que llena de orgullo conocer a alguien así, quizá un poco tú, y sirve también para darte cuenta de que los años pasan pero el reflejo del espejo es el mismo... afortunadamente.

Todo empezó con una certera y feliz zancadilla, y luego la rebledía incontrolada contra la estupidez. El señor Caba le sigue esperando a la salidad del colegio. El trío resplandor en lucha constante con el "pelubio" y sus tonterías: "pars"; prófugos de otro tío que nos quería matar o más bien "destripar la cara", aunque con su hermano nos cebamos: "Javi, ya llegó el momento" "¿Nos vamos? ¿A dónde?..." o la rima con cotillón y patillón. Las correrías por Santa Justa: el poli bueno/poli malo o Marce jugando a disparar a las fuerzas del orden.

Fue una época en la que nos granjeamos grandes amigos, también recuerdo a los "mejores del mundo entero", homenaje incluido en una canción memorable de acordes la menor y fa), la época del Mónaco (que buenos ratos a cinco duros), los partiditos en los banquitos y tantos otros momentos...

Luego nos hicimos mayores o no tanto: teníamos un receptáculo de reflexión, nos reíamos con el baile del cojo (una sutil ironía), pensamos escribir una carta "protesta" a esas "señoritas peliagudas". En realidad nos reíamos de todo. El lugar de encuentro que estaba y sigue estando, a mitad de nuestras casas con ese cartel que servía para juegos como el de la llave y otros.

Las canciones de nuestra vida: nuestros primeros acordes con guitarra española, nuestras grabaciones que son el único recuerdo gráfico que aún se mantiene inalterable y que nunca envejecerá, pobre Carlos (ex-Carlomonstruo... o no) , el primer grupito con el abrupto y el primer enfado: "si no vienes al ensayo estás fuera", jajaja.

Los Beatles, esos cuatro tíos que tanto tendrían que decir de nosotros, pues en una época nos creímos Lennon/ McCartney. Mucho más que eso. Las primeras borracheras (carrera de culos incluída), las canciones de alcóholicos impertinentes (aún recuerdo vagamente "Que me den por culo" o "Joaquinito tiene prejuicios") ¡Qué época la del Salvador!, fue la época donde una guitarra (la mía) era la que más rulaba por todo el Salvador, un Salvador de primeras despedidas a la francesa (la perfección llegó en la feria), de transexuales adoradores de Satán, de Macumbas sexuales, vimos la desintegración de tipos como David el "pajo", o nuestra visión apocalíptica de David Risto en una cuneta. ¡Ah! divino humor negro; época de nuestras teorías (veo que sigues en forma), de nuestras salidas y retruecanos": la de "ahora vengo que me voy a echar un cubata" y muchas más.

Eva, siempre la eterna Eva y nuestro pacto de no agresión. Luego las mujeres, sin quererlo nos alejaron. Y eso fue todo, o no del todo. Siempre quedan las brasas del fuego. Una noche fue. El lugar no lo recuerdo, como los buenos (y beodos) tiempos.

Son tantas que ya casi no caben. Yo espero que el transexual y macumba nunca cambien y nunca se olviden, que sigan reseteándose, reiventándose... por el bien de la humanidad.

Este es mi pequeño homenaje, buen amigo. Para que quede para siempre testimonio. En fin que lo mío no es la literatura: ¿Cuando Transexual adorador de Satán encontró a Macumba sexual? Joder o mejor dicho (o bien dicho): mierda.

sábado, 21 de marzo de 2009

James Dean lo logró


James Byron Dean dejó o mejor, esparció su huella, tal vez el talento, pero sobre todo sus rúbeos sesos sobre el salpicadero de su flamante buga spyder 550, en el año 1955 de nuestra era.

Quizás nunca lo supo o si, pero por este hecho pasó a ser leyenda viva y despanzurrada de la meca y el meco que se llevó, del cine de todos los tiempos. Cobarde o no llevó hasta sus últimas consecuencias con el método aprendido en el Actor´s Studio de N.Y, su ficción demasiado real de ser maltratado, castigado y rebelde… pero de la necia causa que nos representó finalmente, sin guión, sin maquillajes, a lomos del relámpago de hierro que era su spyder 550… despanzurrado.

Sus familiares, amigos, conocidos y allegados le recuerdan con una mueca trágica y piden un padrenuestro por su desdichada alma… y una reflexión: Dean nunc a halló su edén, y… ¿necesitamos de mitos que se dejen su alma en el salpicadero? ¿Somos todos un Dean sin llegar a serlo, con ansias de probar la muerte? ¿y de que sirve dejarte la locura en la cuneta cuando aún no hemos celebrado la victoria sobres los cuerdos?

¿Debemos darle la razón a ese funcionario con disfunción, aburrido y triste, cuerdo de su verdad con ínfulas de emperador estulto; al político apopléjico que se inventa prohibiciones prohibitivas a la vida, el juez apenado que ejecuta penas imposibles y el verdugo del mendrugo duro como piedra que olvida la poesía bajo su hacha?

No, no quiero ser James Dean y sí, por ejemplo, Marlon Brando. Vida plena, como su calva obesa, con su último deseo en marcha sobre un tranvía en París, aunque hubiera apadrinado tangos y monstruos al final de sus apocalipsis. No quiero ser un Dean cualquiera porque sólo hubo uno… y demasiados.

Que la locura, ésa de poemas y girondos, nos salve de nuestros monstruos cotidianos, sólo pedimos.

domingo, 1 de marzo de 2009

Barcelona


Barcelona es más que un metro oscuro
en la espesura de un bosque.
Recorrí todos sus versos con tu imagen
clavada en tu andén 9 ¾ melancólico.
Ése tan invisible para el mundo.

Barcelona es más que una lengua imposible de pronunciar.
Son todas nuestras lenguas viajando a la velocidad de un metro
con tanta prisa por llegar a una noche impenetrable
como no llegar nunca a un desierto que siempre existió.
Aunque no se vea.

Barcelona es la que no vemos, la que nadie nunca habló,
sólo esa que susurrabas en sábados de sábanas dulces.

Ramblas

Tras el horizonte rojo,
un paseo de circo
sobre el otoño de tus fresas dormidas
el invierno de tus manos de aguacero
y el verano de tu tacto de uva fresca.

Acojo luces en tu cintura de primavera
porque vale más el imposible de unos ojos
que un faro moribundo tragado por el mar.

De fondo, una vieja proa genovesa
llorando la tierra que perdió tras los océanos,
estatua de sangre;
más allá de su espalda,
ristras de trileros de sal,
prestidigitadores del hambre
y monstruos de circo sin seguridad social.

Y entre el gentío de sombras,
etéreas piruetas o
prostitutas de piedra
unas manos inacabables de nieve verdeadas
y un paseo dulce,
refugio trivial y perfecto
de tu profundo beso intranquilo.

Puedo

Puedo escribir los versos más tristes esta noche... pero no lo haré. Y el mundo es ancho y ajeno... y estos son los últimos versos que yo le escribo... o casi.

domingo, 1 de febrero de 2009

Confesionario por horas

Necesito, ¡oh musas !,
ese verso genial
que me saque de la miseria,
no hablo de premios,
no hablo de fama.
La poesía es un juego
de pétalos de lluvia,
de abrigo de soledades,
definir tu tacto.
Necesito ,¡oh musas !
ese verso genial,
creer en algo,
beber del mar,
confesar que he vivido.

Confidencias de un mueble-bar

Vista del amanecer en el laberinto. Decían que si tienes una biblioteca con jardín, lo tienes todo, pero Borges sigue arrancándose sus cuencas para poder ver el atlántico sur, hasta que se decide y recita una receta de cocina de la Pantoja como un mantra porteño. Entonces, el libro despierta en un ataúd llamado olvido o polvo.
María pasa la mopa por el Aleph sin ser descubierto su secreto. Mientras, suena en la tele el Diario de Patricia y en la lejanía de una habitación inexplorada el Ave María… de Bisbal.

Strawberry fields o Lennon contándonos para siempre un increíble viaje al final de la nada.


Me ha llevado años tener esta revelación, pero finalmente he descubierto que Élla (sí ¿por qué no? y con mayúsculas) es la mejor canción de la historia de la música contemporánea. Es decir, la que en estos momentos más me gusta a mí, una vez legitimada mi condición de representante (otro más) de esa brillante contemporaneidad nuestra.
¿Y por qué? ¿Y por qué no?

Pero sobre todo porque es una pequeña historia psicodélica, amable y familiar, un episodio ensoñado, conocido y confortable, y que a su vez, recuerda un relato corto de aventuras que acaba de forma siniestramente evocadora y te deja con el sabor ambiguo de un cuento de Poe, los aleteos de su cuervo. Paladeas su regusto británico de pipa Conandoyleniana adusta, te arrastra por sus frondosos bosques de fresa bucólica, que a ratos es la selva mágica de Kipling y que concluye al final de la estación ferroviaria del imposible. Todo eso es Strawberry, y también nada, porque la realidad en la canción de Lennon es siempre un juego paralelo a lo visible, a lo real.

Erase una vez un melotrón que con sus notas de un lejano país nos sumergía en el océano ignoto de lo irreal, nos invitaba a dejarnos llevar por las entrañas de los sueños, a pesar de que todo era malinterpretado en dicho reino, y aunque no importara demasiado. Dichos sueños allí sabían a trompetas, violines y melotrones, en suma, instrumentos de plástico humano, que competían todos por el premio de la naturaleza, junto al sonido arenoso de la tierra en su temblor, esto es, la batería de Ringo, y que nos arrastraba hacia el ojo del huracán, una tempestad mayor que el LSD. Allí podía revelarse el mayor de los secretos, o nunca descubrirnos la salida del laberinto, mientras sonaban cintas al revés como lluvia que vela por el destino del hombre. En medio de la niebla, o de la nada, una guitarra lejana, como la locomotora que azotaba al viento y nunca a la inversa, que se aproximaba y se alejaba, se aproximaba y se alejaba hasta que… ploppp. Sueñ… esto… cuento concluido.

He descubierto que Strawberry fields forever es la mejor canción de Los Beatles y sin mediar LSD, por lo que quizás no signifique nada, en ello radica su genialidad. Colorín colorado, las fresas se han acabado aunque siempre quede su sabor en nuestros oídos.



*Aquí les dejo la génesis de la más grande canción y observen la importancia de tener un productor/arreglista en tu vida:











Give peace a chance





Últimas noticias:
a Lennon le sale
una úlcera en el culo
de tanto pedir la paz.