domingo, 24 de mayo de 2009

Wall Street, 08:00 A.M

Abarato el precio de mi soledad.
Invierto en el viento,
última empresa libre
del fuego de los hombres.
Compro el infierno al diablo
y vendo mi alma a dios.
Estoy arruinado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Famoso poema conocido allende los mares, muy propio para estos momentos de crisis que vivimos.
En una última puja quizás venderíamos hasta nuestra alma, aunque no deberíamos hacerlo.

Cascanueces

Matador dijo...

¿Cascanueces? Joder. Sí, sí,estoy de acuerdo.