domingo, 28 de diciembre de 2008

Cine 1; hoy: Funny games. -Cinefilia-.



"Si tienes huevos, adelante, cierra la puerta y huye". Esta frase que bien podría (o debiera) ser el primer mandamiento a seguir por algún que otro iluso medioburgués atrapado en cierta situación desesperada, descontextaulizándonos de dicha aseveración, pudiera ser contradictoria, de hecho lo es, pero no en el microcosmos, la mini-vida animada que representa una película. Esta película.

http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Haneke Michael Haneke, cineasta alemán, es un intransigente de la cotidianeidad. No le interesa lo que no conmueve, lo que no arrastra de los pelos.

Desgraciadamente está en la palestra de la rabiosa actualidad, porque ya ha sido reclamado por los insidiosos cantos de sirena del cine malo yankee (el que hace remakes aburridísimos por su sistemático vacío intelectual, y que debe recurrir a la creación de otros, puesto que todo lo que les suene a éxito -esto es, rentable económicamente- interesa a sus productoras que no escatiman en falta de escrúpulos ante su autotraición a la imaginación. Una lástima.) y el buen director germano ha dirigido la nueva versión de Funny games, ahora estrenada.

Funny games es perturbadora y exasperante, por ser un terrible bocado de realidad, una bofetada terrible de insana violencia. A grandes rasgos se podría resumir su argumento diciendo que una familia pija viaja hasta su lugar de residencia vacacional y son abordados por otros pijos existenciales que sólo hayan remanso a su hastiada vida de vacío, en el implacable juego macabro del sufrimiento ajeno que les proponen a sus huéspedes. Si bien, pudiera pensarse, al menos un instante, como me ocurrió a mí, que estamos ante otra peli más de psicokillers que consumimos sin más, o que fuera ese film que conocemos hasta la saciedad, de pseudosuspense repetitivo y que suelen despacharnos los fines de semana al mediodía, por las cadenas privadas. Craso error.

Esta película tiene grandísimos aciertos. Buena música, gran fotografía, grandes interpretaciones, brillante modelo narrativo (que crea polémica por su ritmo), fantástica ambientación de las sensaciones de miedo, desesperación, exasperación, reflexión en el drama propio, violencia...

Una historia de la que nos pretenden hacer partícipes, a través del arte cinematográfico de sugerir más que de mostrar horror, miedo y sangre, como bien nos tienen acostumbrado el manido género del psicokillers, manido a pesar de ser un subgénero joven, relativamente joven.

Funny games pretende dar una patada en los intestinos, o más abajo, en los cojones, para que espabilemos ante el dolor, la violencia, el peligroso hastío que lleva al sufrimiento. Denuncia a una sociedad sin alma (creo que va más allá de la clase media burguesa), sin esperanzas que está próxima, que podemos ser (si no lo somos ya) nosotros mismos. Pudiera pensarse que ya lo hicieron muchas películas, literaturas, el arte... denunciar la postmodernidad, hace incluso ya varios años, pero creo que nunca es suficiente. Siempre olerá a podrido. Siempre habrá que denunciar. Por ejemplo a una sociedad que vive en una caja de huevos rotos y podridos pero que no hacen nada para aliviar tal suciedad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Poética poética

Mi poesía nada explica,
se bebe,
se come,
le hago el amor.

Mi poesía es fruto del azar:
mil borrones de un soneto facilón,
escrito en el reverso de una quiniela imposible.