jueves, 18 de junio de 2009

Bipolar

En ese preciso momento, la cansada criatura somnolienta, intentaba escalar el polo sur de su nariz. Antes, ya había coronado el polo norte de su frente. Necesitaba como los planetas, alinear aquellos polos, tan gélidos y tan tórridos a una misma vez.

El pequeño ser en sombra intentaba sobrevivir a las noches como podía, y recorría incansablemente con su zurrón de alegrías, aquellas espesuras negras y hermosas como caballos, pues necesitaba llegar cuanto antes hasta la cima para poder beber del néctar de la Diosa, situado en su boca, justo después de su nariz. Coronarla era lo único que le mantenía despierto y vivo. Beber de ella, su salvación.

Cuando llegara al lado sur, imaginaba, tendría todo el néctar de su Diosa, quien al fín abriría sus ojos para jamás cerrarlos, sería consciente de todo el esfuerzo del pequeño ser soleado, todo lo que había cantado por ella, todos los sueños que le había regalado. Sabría la existencia de su bipolaridad.

Y despertarían los polos derretidos o congelados según fuera el viento cálido o frío. Un viento del norte, un viento del sur, como una canción azotada que jamás dejara de balancearse.


jueves, 4 de junio de 2009

A vosotros...


A todos vosotros, queridos anónimos que leéis mis entradas y no os atrevéis a dejar vuestros comentarios, deciros, que nada es tan serio y todo es intentar, al menos, reir un vez al día.

Gracias por vuestros ojos de madrugada somnolientos en este blog que cumple 5 años y añadir que el primero que deje un comentario en esta entrada entra (valga la fea redundancia) directamente en el sorteo de un viaje para dos personas a Kuala Lumpur, ese exótico lugar, donde su inextinguible cielo me vio nacer.