domingo, 9 de octubre de 2011

Génesis y Apocalipsis según Malick: El árbol de la vida.



Las películas de Terrence Malick se han convertido en todo un acontecimiento. Es como la reacción del mundo después del invento de la bombilla, la inauguración del Titanic o la aparición de un nuevo disco de Los Beatles en los años 60. Lo bueno se hacer esperar debería ser una máxima del director americano pues pasó 20 años entre su segunda y tercera película. Aunque ahora parece que tiene algo de prisa y en los próximos dos años se estrenarán dos nuevas películas. ¿Falta de dinero? ¿Ansia creativa? Especulaciones. Poco o muy poco se sabe de este misterioso creador pues no concede entrevistas y escapa de toda relevancia mediática.

¿Cómo se puede sobrevivir al cine de Malick? Para empezar uno debería ir despojado de prejuicios. Nada de leer (o creer) la crítica que la pone como obra maestra o como una tomadura de pelo infumable y aburrida. Luego tienes que tener una buena butaca de cine que sea sobre todo cómoda y que no tengas a tu derecha a una persona que masculla constantemente entre dientes algo indescifrable y que emite calor por sus poros en un cine sin aire acondicionado, obviar algunas risas de un público perplejo ante lo que ve e intentar dejarse llevar. También debes ir de buen ánimo y con paciencia y abierto a encontrar un cine al que no estamos acostumbrados. He oído de todo sobre esta película: que si es surrealista, para arrancarse… lo que uno quiera, que es una obra maestra del cine moderno, mágica, que roza lo ridículo o incluso que son imágenes tipo power points insertadas. Ante todo este jolgorio de opiniones había que ver la película de la que todo el mundo habla.

Mi primera reacción es el asombro y luego es la etiqueta. No es cine para todos, llámalo cine culto, para freaks gafapastas, cine poético, cine experimental, pseudocine… Pero nunca te deja indiferente. Es el primer acierto del film.

He visto en El árbol de la vida al Kubrick de 2001, el Lynch más experimental de Inland empire o Mulholland drive, Bergman y el cine vanguardista/intelectual de Persona, el panteísmo minimalista de Miyazaki o incluso el cine documental de naturaleza como Home o Earth.



Es una película arriesgadísima, huye de lo establecido y tienes la impresión de estar ante un cine nunca visto. Malick es sabedor de que su película va a tener seguidores y detractores. Se puede uno quejar de su excesivo metraje, pero es que si uno habla del génesis y el apocalpisis en formato libre, debe detenerse un momento. Criticar que se puede ahorrar minutos no es un argumento sólido y más bien pobre. Obedece únicamente a un patrón estético y de estilo de narración, como pudo ser en su día Lo que el viento se llevó, Ben-Hur, o la saga de El señor de los anillos. Terrence Malick se detiene en lo que a muchos podría parecer innecesario, lento y pretencioso, para él es imprescindible detenerse en la belleza de las formas y contenidos que rezuma. El director tejano no se casa con nadie y su obra es innegociable. No se acobarda y es sincera hasta el final.

No busque la típica película para pasar el rato. Terrence epata y patea convencionalismos pues es su sello. Confronta natura y contranatura, siempre en continua dialéctica. Es el film de un panteísta agrio que ya no cree en la belleza del ser humano y sí en lo que le rodea que no siempre es inmutable. No busque una película de actores. La naturaleza los engulle. Ella es la protagonista principal, ella y el ser humano insignificante y poderoso a la vez, necio e inteligente que sabe amar las cosas y a la misma vez las aniquila.

¿Cómo superar la muerte de un hijo? El espiritualismo no secular de Malick interroga retóricamente creando un universo de formas, colores, contenidos y continentes.

Por último una amenaza y una revelación. Si esta película no consigue el óscar al mejor montaje, banda sonora y fotografía, dejaré de creer un poco en esto del cine y la justicia. Y la revelación: es posible que mi crítica sea pretenciosa como el cine de Terrence Malick. Tiempo al tiempo.

3 comentarios:

Pasajero dijo...

Hay que verla una segunda vez, como las obras de arte, los poemas. El tiempo nos dirá si es o no una obra maestra, aunque me parece que eso a Malick no le importa demasiado

Jesús dijo...

Brutal tu crítica, tendré que verla ¿no?.
Si tenéis que verla una segunda vez, hablamos.

Genial, gracias.

Matador dijo...

Gracias amigos, por todo, por lo de cada día, por ser cabeza y corazón en la salud y en la enfermedad y que nada nos separe.

Os quiero.